La cuarta revolución industrial está generando un cambio disruptivo en los modelos de negocio de todas las industrias con repercusiones en el mercado laboral, el empleo y los trabajadores.
El último estudio sobre el futuro del trabajo elaborado por el World Economic Forum refleja cómo la integración tecnológica está favoreciendo la emergencia de una nueva categoría de trabajos de alta cualificación, mientras que en los puestos existentes se incorporan cada día nuevas tareas ligadas a las tecnologías.
Según las proyecciones, para los próximos años se espera un aumento en la demanda de roles con un fuerte componente tecnológico, tanto de aquellos perfiles ya asentados – desarrollo de aplicaciones o analista de datos- como de especialistas en las tecnologías emergentes, por ejemplo, inteligencia artificial, robótica o Big Data.
Asimismo, las tendencias apuntan a un crecimiento en la necesidad por parte de las empresas de puestos basados en habilidades típicamente humanas: profesionales de las áreas de servicio, operaciones, formación, innovación, cultura y personas.
Ciertamente, la transformación tecnológica va a tener un efecto positivo en la calidad del trabajo y la productividad. Como también es probable que se amplíe la brecha entre las competencias que demandan los empleadores y las que tienen los potenciales empleados.
Se estima que para el año 2022 buena parte de las habilidades laborales que se requieren en la actualidad para desempeñar los trabajos, el 42%, habrán cambiado.
El mismo informe señala que el 54% de los trabajadores van a tener que abordar un significativo proceso reciclaje profesional con el objetivo de mejorar sus habilidades o adquirir otras nuevas.
El dominio de competencias digitales es básico, pero es sólo una parte del conjunto de habilidades que va a demandar el mercado durante los próximos años.
A fin de mantener su relevancia y empleabilidad, los profesionales deben readaptarse a las industrias y enfocarse en las habilidades que demandan las áreas en crecimiento.
Las empresas por su parte necesitarán desarrollar estrategias organizativas que les permita mantenerse competitivas, contar con el talento adecuado en sus filas y estar preparadas para liderar la transformación digital dentro la organización.
En medio del torbellino de esta nueva revolución industrial, las metodologías de mejora productiva y eficiencia operacional se sitúan como una pieza clave.
Los modelos de negocio se ven obligados a adaptarse a este nuevo contexto industrial; las competencias profesionales de los trabajadores siguen la línea de la transformación digital y las metodologías como el lean, se aplican a su vez desde una nueva perspectiva:
- La capacidad de digitalizar la información permite registrar cada una de las acciones
- Controlar y conocer mejor la empresa
- Aprender de forma continua
- Realizar un análisis de datos avanzado
- Optimizar la implementación de dichas metodologías